LA SUPER LUNA ROSA
Esta
mañana me he levantado.
Me
he puesto a mirar como llegaba el día. Nublado. Tal vez las nubes,
las de dentro y las de fuera, nos priven de ver la super luna rosa de
esta noche. Mientras tanto disfruto de la aurora, bella aurora en mi
balcón.
¡Oh,
Bella Ciao!¡Bella Ciao!¡Bella Ciao!¡Ciao!¡Ciao!
Esta
mañana me he levantado
y he
descubierto al invasor.
Lo
he descubierto sí. Un ratón en mi jardín. ¡Mira otro! ¡Oye
tú, que han empezado una conversación! Sí, sí, que la estoy
escuchando desde aquí. ¡Qué los ratones están hablando! Tal vez
sea producto del confinamiento o que aun estaba un poco dormido, pero
que lo he oído bien claro. ¡Claro que te lo cuento!
Empieza
a hablar el ratón que acaba de llegar:
-
Se creen muy grandes, estos humanos, porque andan de pie…
-...
y no conocen su auténtica estatura. Dice
el que llegó primero.
-
¡Cierto! ¡La que les está montando este bicho tan pequeño!
-
...y se asustaban cuando nos veían a nosotros.
-
Ahora, ahí los tienes, encerrados en su propia jaula. Así sabrán
lo que se siente.
-
A lo mejor ahora descubren, como ya sabemos nosotros hace tiempo, que
no estamos en la vida solo para sobrevivir.
-
¿Te refieres a que en el lugar de crecer se limitan a engordar?
-
Hace tiempo que perdieron la pasión para hacer las cosas, la
compasión por los demás, el sentido del humor,… saborear la vida
con un cierto estilo.
-
Quejarse y culparse entre ellos bien que saben.
-
Se les olvidó que si quieren un árbol, hay que plantarlo no esperar
a que te lo planten. Se les olvidó que si hay un error hay que
corregirlo, y si puedes hacerlo tú, lo haces tú. Se les olvidó
que si hay una piedra en el camino, esa piedra que ya has tropezado
varias veces, o la apartas o le das la vuelta, pero eres tú el que
tiene que hacerlo, no esperar a que venga alguien a apartarla.
-
Y cuando uno no puede solo hay que buscar refuerzos.
-
¡Les cuesta tanto sumar esfuerzos!
-
Seguramente hay a unos pocos que les conviene que así sea. Cuando
las cosas van mal, no van mal para todos.
-
Y lo que les gusta la comodidad. A veces pensar duele.
-
Quieren volver a la normalidad y la normalidad ya suponía un
problema.
-
¿Tú crees que sabrán aprender de esta?
-
¡Ya me gustaría! “Hoy es siempre todavía,
toda la vida es ahora”
-
Pero si siempre están pensando en lo que pasó o
en lo que vendrá. Parece que el ahora solo lo emplean para decir:
¡lo quiero yo y lo quiero ya!
-
No seas tan duro con ellos, que son los que te dan de comer.
-
¿Sabrán pensar juntos como
partes del mismo mundo, como especie, como
comunidad, como compañeros,
como amigos,
como hermanos, como padres, como hijos,… en
lugar de como vigilantes y
vigilados, como personas con nombre propio y no como números
anónimos?
-
No estoy muy seguro y es lo
único que tienen, el valor de cada uno
multiplicado por el de su comunidad.
-
No sé, es que no entiendo mucho de matemáticas.
-
Unos seres privilegiados, si saben utilizar su
potencial. ¡Si se fijaran en lo que tienen!
-
Eso sí. Tienen voz y tienes
manos.
-
Y además. Tiene mente para
recordar, inventar e imaginar. Unos valores para juzgar y distinguir
lo que está bien de lo que está mal. Emociones para sentir con
intensidad. Relaciones sociales para sentirse importantes. Sentido
de la dignidad, de la lealtad, de la responsabilidad,… y una cierta
tendencia a la transcendencia.
-
Sí, sí, pero... a la hora de la verdad, hasta
nos tienen miedo.
-
Lo dicho, se creen muy altos porque pueden ponerse de pie y andan
agachados, incluso a veces de rodillas, el día que sepan ponerse de
pie descubrirán su verdadera altura.
¡Ojo!
Me han
descubierto
y los ratones se
han ido corriendo.
Ya
sé que no te crees,
la historia de
los ratones, la
verdad, que yo también dudo un
poco, tal
vez solo lo he soñado...
pero … de cualquier modo soñado
o no creo que los ratones tienen razón y yo
me he puesto a hacer
lo que yo puedo hacer: me puesto a leer, a escribir,
a dibujar,
a jugar,
a saltar, a cantar,
a bailar,
a reír, a
llorar, a dar besos y abrazos,
a construir,…
a pensar, a
soñar, a
empujar lo que pueda a
una
respuesta que
sume el potencial único de cada individuo en un esfuerzo colectivo,
una acción pública
democrática, capaz
de sacarnos de cualquier problema, o
al menos la esperanza de intentarlo con ciertas garantías,...
otra
alternativa me da miedo. Menos
mal que conozco a esta gente de Albalate, “cuando hace falta, hace
falta y se hace lo que haga falta”, entonces nadie falta. Tengo
mucho que hacer todo el día, ya no tengo prisa por llegar a la noche
a mirar la luna, hoy más
cerca, más grande, más brillante,… si
nos dejan las nubes.
¡Oh,
Bella Ciao!¡Bella Ciao!¡Bella Ciao!¡Ciao!¡Ciao!
Albalate
de Cinca. 07-04-2020
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