¡QUÉ IMPORTANTE ESA PERSONA QUE TIENES AL LADO!

PARA EL MIEDO, EL ODIO Y LA CODICIA 

NO TENEMOS MASCARILLAS.

Rodeados de héroes, tal vez has olvidado a esas personas que tienes al lado. Míralas a los ojos, escucha con atención su voz. No importa si puedes tocarlas y abrazarlas o solo verlas en pantallas y escucharlas. Aprovéchalas si te acompañan todo el día o si lo hacen de vez en cuando en la distancia. Ahí tienes tú mejor medicina, mejor ese cuerpo a cuerpo, ese efímero boca oído, que el más eficaz anticuerpo. 

“Mujeres en la ventana” (Bartolomé Esteban Murillo)

(Foto: Wikimedia Commons Dominio público)

 

Tal vez tienes ahora tiempo, energía y talento para explorar sus gestos, sus tonos de voz y descubrir con empatía qué sentimientos ocultan, qué preocupaciones les asaltan, a qué monstruos se enfrentan en su interior,... qué dones le acompañan. Tal vez puedes, ahora, compartir los tuyos. Tal vez ahora, el silencio hable más que cualquier conversación y las palabras se conviertan en caricias, en abrazo protector, en palmada de ánimo, en cariñoso sopapo motivador. Tal vez descubras, por vez primera, nuevos recovecos de esas relaciones, rincones amables y esquinas por suavizar. Tal vez descubras que las quieres, que te quieren. Tal vez descubras que el amor, el cariño, siguen existiendo a pesar de todo. Tal vez descubras, como lo hace una madre, un abuelo, que su cariño no se termina y siempre alcanza a cada uno de sus hijos, a cada uno de sus nietos. Tal vez descubras, que tras las nubes negras que nos acechan se esconde un arco iris para cuando escampe. Si tú cierras los ojos en la desesperación, tienes la suerte de contar con esas personas cercanas, seguro que alguien ha visto el arco iris y la promesa de que volverá a salir.

Pareja en el Père Lathuille (Édouard Manet)

The Print Collector/Heritage-Images/Getty Images

Tenemos un lío monumental, cierto. Una amenaza a la propia vida, a la salud, al contacto humano, al trato que al planeta le damos, un miedo al miedo que a todos nos alcanza. Por si esto fuera poco, asistimos a lo que parece un nuevo reparto del mundo. No sabemos si provocado o no, al menos sí utilizado, por los más poderosos, intentando hacerse con la mayor parte de la riqueza mundial, cada vez menos tienen más. Luego, tal vez se peleen entre ellos, no sabemos quién saldrá ganando, sabemos quien pierde, al grito soterrado de “¡La pasta o la vida” y a tenernos controlados a cambio de salud. Mientras contemplamos un gran irresponsabilidad, precisamente de quienes tendrían que ponerse de acuerdo para defendernos, de aquellas personas responsables que elegimos para cuidarnos, aquellos obligados a transmitir serenidad, confianza, sabiduría, esperanza,… y me refiero a quienes están y a quienes no están en el Gobierno, a los que apoyan a unos y a los otros ¿A quién ayuda añadir nerviosismo, engañar intentando ocultar errores propios, acusar a los otros, enfrentar a la mitad de la población contra la otra? ¡Para el miedo, el odio y la codicia no tenemos mascarillas!

Los amantes (Pablo Picasso)

Pablo Ruiz Picasso, VEGAP/Newscom

Menos mal que tenemos a quienes nos acompañan, para desahogarnos juntos, para serenarnos, para aprender a superar los nuevos problemas, para poner en cuarentena toda la miseria que nos llega. Muchas cosas que teníamos claras, muchas creencias de toda la vida, tal vez desaparezcan. Muchos imposibles están cerca. El mundo cambia y las personas con él, a las buenas y a las malas. Nosotros también cambiamos, a veces a la fuerza. Tenemos suerte, tenemos gente que nos quiere, tenemos gente a la que queremos. Vamos a hacer ese círculo cada vez más grande. Al menos, que nos importe toda la gente, que nos comprometamos con todo el planeta, que nos quepan universos cada vez más grandes. ¡El cariño no se termina!

Antes del aplauso, un beso, un abrazo, a quien tienes cerca, y llamas después a quién añoras. Añadimos aplausos a los de cada día. Hoy también por todos los que quieres, por todos los que te quieren. Qué se oigan bien fuertes, que todas y todos nos sintamos bien queridos. Esto que se oye es el latido del cariño de un pueblo, el nuestro ¡Qué suene!

Albalate de Cinca. 14-02-2020

La siesta (Vincent Van Gogh)

G. DAGLI ORTI/Getty Images