A LOS QUE MANDAN A LOS QUE MANDAN.
A LOS QUE QUIEREN MANDAR EN LUGAR DE LOS QUE MANDAN.
No, hoy no toca criticaros y eso que soy de los que no me callo.
¡Bastante tenéis, ya! Hay gente más interesada en acabar con el
gobierno que con el virus.
¡Qué
nadie se quede atrás! Estáis repitiendo. De eso quiero hablaros.
De nadie, de los nadies.
Escucháis
las voces amplificadas que entran en vuestras casas, veis vuestro
limitado y rico alrededor, soportáis presiones casi omnipotentes,
tenéis miedo a perder lo que creéis que os merecéis, como si los
demás merecíamos nuestras carencias, sin pensar que las carencias y
las riquezas están profundamente relacionadas entre sí y a las
oportunidades de unos y de otros. Hay realidad más allá de la que
hay dentro de vuestras fortalezas.
Añora el perro
olisquear el aire
de libertad.
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Es
hora de que escuchéis también a los nadies,…a los que no tenemos
la voz, a los que morimos invisibles, a los ancianos desahuciados, a
quienes no podemos despedir a nuestros seres queridos, a los que
sufrimos en soledad obligadas lejanías, a los niños desconectados,
a los que vivimos miedo en el trabajo por ser una actividad esencial
y sin embargo apenas valorado, a los que recluidos tenemos que hacer
cola para entrar en nuestro baño, a los que no tenemos segunda
residencia a la que desplazarnos, a los que cuidamos desde lejos, a
los que consolamos sin miradas, a los que acompañamos sin tocarnos,
a los que queremos sin besarlos, a los que nos quedamos sin abrazos,
a los que no hacemos donaciones millonarias atesoradas en cajas
paradisíacas, a los que no podemos ceder parte de nuestro sueldo
porque nos hemos quedado sin él, a los que dudamos si cobraremos la
pensión a final de mes, a los que se recortaron los sueños al
cerrar la pequeña empresa a la que nos aventuramos, a los que
llenamos nuestro tiempo haciendo mascarillas y batas con solidaridad
artesana para quienes les faltan, a los que soportamos leyes de
ciudad en medio del vacío, a los que estamos al otro lado de
vuestros muros, a los que no vestimos uniformes para ser héroes, a
los que no cabemos en la tele, ... a los que no meamos colonia,... a
los ausentes de cualquier sitio.
Tomar
decisiones en estas condiciones no resulta fácil. De acuerdo. Sólo
el que hace puede equivocarse. Asumimos que haya errores,
inevitables en un estado de excepción y en una situación
inesperada. Aceptamos que se limiten, provisionalmente, algunos
derechos ciudadanos, eso sí sin privilegios y que terminada la
situación de alarma inmediatamente vuelven con más fuerza y
determinación todos los derechos suprimidos. Por supuesto, también
la responsabilidad de cada miembro de la sociedad.
¡Atención
con la tentación de vender seguridad a cambio de libertad! Algunos
gestos ya se van viendo, algunas veces desde la buena intención y
otras no tanto, autoridades locales, determinadas empresas, algunos
periodistas, políticos de “a río revuelto...”, vemos imponiendo
o exigiendo medidas
restrictivas más
allá de las decretadas por el Gobierno y aprobadas
por el Congreso que nos representa. ¡No podemos legitimar un
régimen autoritario, ni para resolver situaciones como las que
estamos viviendo! Dotar de recursos para salir de la crisis, lo
primero. Austeridad sí, para todo individuo, para toda empresa, para
toda institución,… Solidaridad sí, atravesando cualquier
frontera. Protegiendo sí, evitando enfrentamientos. Previniendo sí,
procurando que no nos alcance el rencor social. El cuidado como
bandera, fundamental. Estáis para servir a vuestro pueblo, por
encima de territorios y propiedades, quererlo es defenderlo y
cuidarlo, como hace una madre con sus hijos, a todos y cada uno de
ellos.
Necesitamos
que cambies la cartera por un corazón con bolsillos, donde quepamos
también los nadies. ¡Mirad de vez en cuando hacia atrás!
Firmado:
Los nadie, que vamos a juntarnos para ser más que
algunos.
Albalate de Cinca. 09-04-2020
¡Tan diferentes!
A saber qué les
manda
compartir vida.
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