EL RECREO. ALBALATE: 1º DE MAYO DE LA ERA CORONAVIRUS

CELEBRAMOS EL 1 DE MAYO

TRABAJANDO

Hoy no tomamos solidariamente las calles.

Hoy la reivindicación se hace desde el tajo,

desde las casas, desde las ventanas

y seguimos trabajando, sin bajar la guardia.

1º DE MAYO DE 2019. ALBALATE DE CINCA

Unos con trabajos imprescindibles poco remunerados, otros en precario, otros sin equipamientos adecuados, otros en riesgo, otros cerrados, otros tomando decisiones no siempre acertadas, otros en compañía de la soledad, otros en la distancia, otros con el difícil trabajo de, sin hacer nada, mantener la calma y la esperanza. Hoy no paramos, aun sin trabajar, empujamos, seguimos trajinando. No festejamos nada.

Hoy cada uno de nosotros, cada una de nosotras, en el lugar que nos ha colocado nuestra historia, de acuerdo a nuestras posibilidades,

vamos a seguir trabajando:

Cantando de la mano de Alejandro Luaces y su taller "Me olvide que te olvidé"

Por una forma más amable de percibir la realidad, sin miedos, ni violencias, ni amenazas.
Para cambiar el clima. Un clima de vida sana. Un clima de simpatía, alegría y afecto. Donde el cuidado de la vida se convierta en la primera responsabilidad social.
Para un mundo donde todos hacemos falta. Un espacio donde quepamos todas las personas. Una atención básica que no excluya a nadie y aproveche el talento, los dones de toda la gente.
Para poder vivir con red, con líneas de vida, para rescatar a las personas si hiciera falta. Tejer sin parar redes de seguridad, de solidaridad y apoyo mutuo. Para una sociedad capaz de darse la mano, sin necesidad de guantes.
Para que lo cercano tenga un valor añadido. Que la producción, comercialización y el consumo se basen en la proximidad y, ya sin fronteras, nos hagamos todos vecinos.
Para proteger nuestra salud. Una transición ecológica que limite los venenos y las basuras que hipotecan la propia Tierra. Una industria y unas energías limpias y sostenibles. Dejar de estar plastificados. Librarnos de aguas embotelladas y de escafandras.
Para un mercado limpio, un comercio justo y unas finanza éticas que nos libren de algunos colmillos, de fraudes, que no permita la explotación de nadie.
Para un mundo hermano, fraternal, de cooperación internacional, donde se comparta información, ciencia, tecnología, medicina,... humanidad sin restricciones.
Para borrar las malas caras, dibujar sonrisas, tolerar un poco más, pensar un poco antes de criticar. Dejar para luego las quejas y cuidar sin parar.
Para hacer más fáciles los momentos, decir gracias, pedir disculpas, perdonar, derrochar ternura, amar…
Para mañana salir de paseo y, desde lejos, saludar, con la promesa de próximos abrazos sin filtros.

Con cierta timidez, llegamos a bailar.

Hoy tocaba fiesta. Otros años hemos aprovechado para juntarnos los mayores, comer, charrar, echarnos unas risas, contarnos nuestras penas y alegrías, cantar, bailar si se terciaba, compartir recuerdos, celebrar la dicha de un nuevo día en libertad.

Seguro que hoy muchos os habéis acordado del año pasado. Este año no hemos podido. No hemos podido,... todavía. Encontraremos día, lugar y modo para volver a celebrar. Nuestra responsabilidad consiste en lograr que estemos todos… y con la misma dignidad, que cada una de nosotras, cada uno de nosotros, presida esa mesa.